jueves, 19 de enero de 2012

LOS VALORES DE SIÓN (CUENTO)

Todos los días, cientos de hormiguitas recorrían el espeso bosque lleno de flores, enormes árboles, así como altos montones de tierra para buscar su alimento. Sin embargo, una hormiguita sobresalía del resto; su nombre era Pina. Ella era muy observadora, apoyaba a todo insecto del bosque que necesitara de ayuda y además siempre regresaba con la más rica comida para compartir con el hormiguero. Para encontrar tan deliciosa comida, Pina siempre buscaba rutas nuevas dentro del bosque.
Un día, Pina decidió alejarse un poco más de lo acostumbrado e invitó a Maty, su mejor amiga, para que juntas iniciaran otra aventura más, pero Maty se asustó y le dijo que esta vez no la acompañaría porque ese camino le parecía muy inseguro y arriesgado.
Pina y Maty
En su recorrido, Pina se topó con un viejo grillo llamado Sión, quien en un afán por saltar para alcanzar una flor de pétalos de arcoiris, se rompió una pata y no pudo saltar más. Pina ayudó a Sión y lo acompañó hasta su casa, un maravilloso lugar lleno de cosas extraordinarias como botones, trozos de tela, corcholatas, clips e hilos, entre otras muchas cosas que resultaban ser muy llamativas por sus colores y formas.
A Pina le preocupó cómo es que Sión conseguiría comida, ya que al tener una pata lastimada no podría salir en busca de ella. Sión le comentó que no se preocupara, que la comida llegaría de cualquier forma. No había pasado mucho tiempo cuando un fuerte escarabajo negro tocó a la puerta de la casa de Sión. Llevaba entre sus patas tres frescas hojas de menta que le cambió a Sión por un clip dorado, el cual utilizaría para hacer un fuerte casco y así participar en torneo de luchas.
Pina le preocupó cómo es que Sion
 Más tarde tocó una mariposa con un cerillo que le intercambió por un poco de rocío de flores que tenía guardado en un pequeño frasco. Y así, durante un largo rato, visitaron al grillo diferentes  insectos; algunos llegaban con comida y otros con diferentes artículos, hasta que Sión tuvo en sus patas una gran cantidad de comida y artículos nuevos.
Pina se quedó sorprendida con la labor que el grillo desempeñaba y con la gran variedad de comida que tenía. Como Pina había pasado todo el día con Sión, el grillo decidió obsequiarle un poco de alimento en agradecimiento por haberlo ayudado y acompañado hasta su casa. Pina regresó muy contenta y le contó a su amiga Maty todo lo sucedido.
Al día siguiente, como de costumbre, salieron las amigas a buscar comida. En eso, Pina vio una brillosa lentejuela de color verde; decidió llevarla consigo, además del alimento de ese día. A Maty le sorprendió que Pina decidiera llevar eso, ya que la lentejuela no era comida y era el tipo de cosas que siempre ignoraban. Y así pasaron los días. Pina regresaba con una cosa nueva y la comida que le correspondía. Cuando ya tuvo muchos objetos curiosos, Pina decidió salir con la lentejuela que encontró el primer día y se dirigió por el camino en donde encontró a Sión. Nuevamente le pidió a Maty que la acompañara, pero ella no quiso hacerlo, volvió a decir que ese camino era muy arriesgado.
Por la tarde, Pina regresó con otro objeto más y comida que nunca había visto. Todas las hormigas se sorprendieron. Llegada la mañana siguiente, Pina salió con otra nueva cosa y regresaba con comida que a todas las hormigas gustaba y maravillaba cada vez más. A Maty le sorprendió el que Pina encontrara ese tipo de comida, ya que todas las veces que buscaron juntas no encontraron algo como eso. Así que un día, Maty le preguntó a Pina en dónde encontraban esos suculentos manjares. Pina le comentó que en el camino que Maty siempre se negó a recorrer junto con ella.
Pina hizo ver a Maty que Sión
Le explicó que Sión aprendió a manejar sus bienes así, un día que escuchó a dos humanos hablar sobre algo llamado la Bolsa de Valores, que es donde acuden unas personas llamadas inversionistas para cambiar parte de sus ahorros (dinero) por valores (bonos, acciones, cetes, cheques, etc.) que pertenecen a diferentes empresas, con el propósito de incrementar su dinero, o bien obtenerlo para echar a andar algún proyecto (rendimiento). También le dijo que tanto inversionistas como empresas acuden a unos lugares denominados intermediarios bursátiles, como los bancos, sociedades de inversión o casas de bolsa, encargados de realizar la compra y venta de valores y al final les pagan por ello.
Pina le hizo ver a Maty que Sión tiene algo así como su propia Bolsa de Valores, en donde hay insectos (inversionistas) que cambian comida (dinero) por valores (botones, cerillos, clips, etcétera) que llevan otros insectos (empresas) para cambiarlos por comida (dinero). También le explicó que, al  principio, ella había comenzado a cambiar cosas por comida y había invitado a otros amigos para que hicieran lo mismo, pero como tenían miedo de recorrer el camino, decidieron mejor darle cosas o comida para que ella se las cambiara por otras, más ricas y variadas.
Así que ahora Pina ya es un intermediario bursátil; ella asume un mayor riesgo al recorrer ese camino, pero las otras hormigas también corren un riesgo al esperar a que Pina regrese con  comida más sabrosa (rendimiento) que la que le están entregando. Sin embargo, sólo le entregan una parte de ésta y se quedan con otra, ya que por lo arriesgado del camino, un día Pina pudiera ya no regresar y de haberle entregado por completo su comida, ellas perderían todo.
De esta manera, nuestras amigas las hormigas han aprendido cómo el mundo de las inversiones puede ser un medio que les puede atraer un beneficio mayor (comida más deliciosa).

Además han comprendido que toda inversión conlleva un riesgo, parecido al recorrido que Pina realiza todos los días y por ello no arriesgan todo su alimento;  sin embargo, en la medida en que ellas conozcan más ese camino y se acompañen de los conocimientos de Sión, un excelente conocedor de la Bolsa, podrán conseguir nuevos y más ricos alimentos.

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